El proceso de lacado consiste en recubrir el material en cuestión (hierro, aluminio) con una capa de revestimientos sintéticos. El lacado con pintura en polvo se realiza mediante deposición electrostática y su posterior calentamiento en un horno a temperaturas próximas a 200ºC. Este proceso convierte la superficie del material en altamente resistente a condiciones atmosféricas severas.

En los metales hay un mecanismo que produce que la resistencia de la que hablamos, disminuya. Este proceso es la corrosión. La corrosión es un proceso espontáneo de destrucción que experimentan los metales en contacto con el ambiente, convirtiéndose en óxidos y esto produce un deterioro paulatino de ellos.

 

La corrosión de los metales, es un proceso permanente debido a que siempre se encuentran en contacto con los agentes que la provocan, como son el agua o el oxígeno del aire. Este problema se intensifica al estar en zonas próximas al mar por estar el ambiente en condiciones salinas, lo cual acelera notablemente el proceso.