El lacado es un acabado muy vistoso. De hecho, además de ser funcional, es muy demandado en decoración donde es tendencia el lacado en alto brillo. En las cocinas por ejemplo, es habitual el color blanco, un clásico. El problema que puede tener el blanco es que puede amarillear con el tiempo si el lacado es bueno. Los muebles son delicados y la laca puede saltar con los golpes si el lacado no es de calidad. El único arreglo posible es volver a lacar. Por eso es imprescindible que el proceso lo realicen profesionales.

Sobre la duración de los lacados, es importante conocer cual es la parte o el material concreto sobre el que se realiza. Por ejemplo, la duración de los tejados de metal lacado puede llegar a ser de 30 años. Si hablamos de puertas, la vida útil de las puertas lacadas puede ser menor, ya que es un material preparado para durar en torno a 15 años.