Como expertos en Lacados, hoy queremos dar algunos consejos para el cuidado y la conservación de las puertas lacadas blancas, que, además de ser habituales en la mayoría de cocinas, suelen ser las que más problemas dan en este sentido.
La gran resistencia del acabado, así como la durabilidad, e inalterabilidad en cuanto a color y brillo, que ofrece esta opción, no evita la acumulación diaria de polvo, uno de los principales motivos por los que deberemos limpiar diariamente de manera superficial.
Para mantener impolutas, para nuestro día a día, este tipo de puertas, será suficiente con pasar un plumero o una bayeta seca de microfibra suave. Debe ser de microfibra para no dañar la puerta ni dejar marcas que estropeen su aspecto.
El problema llega cuando la puerta se mancha. En ese caso, lo ideal es utilizar una bayeta como la descrita, con agua destilada y unas gotas de jabón neutro. Debemos pasar la bayeta con delicadeza pero tantas veces haga falta, hasta terminar con la mancha. Luego, es importante secar concienzudamente.
En caso de que la mancha se resista, porque sea superficial o cualquier otro motivo, podemos emplear alcohol o vinagre con el mismo tipo de bayeta. Sin embargo, se trata de una opción que puede restar brillo al lacado, por lo que no debemos abusar de la misma.
Con estos consejos, podremos mantener las puertas lacadas en buenas condiciones. Sin embargo, para una perfecta manutención, tanto en puertas, como vallas y demás, la mejor opción es contratar a un equipo de profesionales en la materia. De ese modo, marcaremos la diferencia, y nos arriesgaremos demasiado.
En Lacados Lorenzo Valdés, estaremos encantados de ayudar en todo lo posible. Consúltenos sin compromiso.